10 de noviembre de 2009

Un reflejo en el Desierto (Juan 1:19-28)


En esta ocacion reflexinaremos en este pasaje que nos habla acerca de la funcion de Juan el Bautista, mostrandonos el propósito que tenemos en este mundo tomando como modelo su vida.
Es fácil comprender porqué guía el Espíritu Santo a Juan el apóstol a incluir este material del testimonio de Juan el Bautista en su evangelio, ya que su inclusión concuerda con el propósito principal del mismo declarado en (Juan 20:30-31). Este testimonio de Juan el Bautista es el primero de 8 declarados como concluyentes en este evangelio.
1. (1:34) Juan el Bautista
2. (5:36) Las obras de Cristo
3. (5:37) El Padre
4. (5:39) Las Escrituras
5. (8:14) El Hijo
6. (15:26) El Espíritu Santo
7. (15:27) Los Cristianos
8. (21:24) El Apóstol Juan
Jua 1:19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?

En Jerusalén, los sacerdotes y levitas eran líderes religiosos de respeto. Los sacerdotes servían en el templo y los levitas los ayudaban. Los líderes que iban a ver a Juan eran fariseos (1.24), un grupo que Juan el Bautista y Jesús criticaban con frecuencia.
Muchos obedecían superficialmente las leyes de Dios para parecer piadosos mientras que, en lo profundo de sus corazones, estaban llenos de orgullo y avaricia. Los fariseos creían que sus tradiciones orales eran tan importantes como la Palabra inspirada de Dios. Si desea más información acerca de los fariseos, véase los datos que se ofrecen en Mateo 3 y Marcos 2.

Estos líderes vinieron a ver a Juan el Bautista por varias razones:
(1) Su tarea como guardianes de la fe los motivó a investigar cualquier mensaje nuevo (Deu_13:1-5; Deu_18:20-22).
(2) Trataban de averiguar si tenía las credenciales de un profeta.
(3) Juan tenía un grupo considerable de seguidores y su número crecía. Tal vez estaban celosos y querían ver por qué este hombre era tan popular.
Los ritos de purificación bautismales, no eran algo desconocido para los judíos de aquel tiempo, sobre todo para los sacerdotes y levitas, ya que ellos solían ser quienes los aplicaban al pueblo siguiendo las ordenanzas del libro de levítico. Es por eso que el verse invadidos en un derecho que les correspondía solo a ellos y al escuchar que todos salían para ser bautizados por un tal Juan el Bautista (Mt 3:5-6) tuvieron que ir a preguntarle “Tu quien eres?”.

Tenemos que entender también, que los judíos que aceptaban el bautismo de Juan estaban admitiendo que habían sido como ‘gentiles” y necesitaban llegar a ser el pueblo de Dios de manera genuina, es decir interiormente.
Jua 1:20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.
Jua 1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No
1. Quien sabe su propósito y su función jamás titubea:
“Confesó y no negó, sino confesó.”
2. ¿Qué quiere decir Juan con sus respuestas negativas?
¡ –No soy- No soy – No ¡

Respuesta: (Jn 1:8), No se trata de mi, no soy la luz, no soy nada especial.
Vemos el gran ejemplo de Juan, al verse cuestinado por los religiosos en ese momento, su respuesta fue muy clara y contundente...el no era el ungido., si no lo contrario vemos su postura de no protagonizar..., le dio toda la honra y la gloria a Jesus, y No como muchos pastores, lideres y religiosos de hoy en dia...que buscan solo brillar ellos y ser los portagonistas en la plataforma.

Jua 1:22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Jua 1:23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Jua 1:24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
Jua 1:25 Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
Vers 22-25 “Qué dices tú de ti mismo”
La respuesta de Juan el Bautista es muy sencilla, lo cual nos demuestra una vez mas su postura de sencilles y humildad.
El solo contesto diciendo:
- Voz ( resonancia) el solo era un instrumento mas.
- Uno (cualquiera) nadie especial, osea pone a un lado su persona, esto me recuerda aquel pasaje que dice: Jua 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
- Clama (grita) osea alguien cumpliendo con el proposito por el cual fue escogido y llamado.
- Desierto (mundo) el sistema de valores de este siglo que ofrece oasis pero todas las cosas son alucinativas.
- Enderezad (Arrepientance y creean)
- Señor ( Jesucristo) siempre reconocio quien era el el dueno de su vida.

Como podemos observar en los versículos 24-25, no era cualquier persona la que lo interrogaba sino los intérpretes de la ley y el tono era bastante amenazador:

“¿porqué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?”
“Yo bautizo con agua” (Hech 19:3-4)

a) Arrepentimiento al pueblo de Israel que preparara el camino (vers 31)
b) Para que identificaran que el Mesías que habían estado esperando era Jesús el Cristo.

“En medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.” Tan cerca y tan lejos (Ro 8:10-13)
Jua 1:26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.
Jua 1:27 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
Jua 1:28 Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

“Después de mi”
Cronológicamente y ministerialmente (Lc 1:34-36)(Mt 3:13)
Desatar las sandalias del señor o dueño era una tarea de los siervos o esclavos. Los discípulos hacían favores y servicios a sus maestros (Gá 6:6), pero el desatar las sandalias era considerado un trabajo humillante. Juan expresa que él no es digno de hacer aun tal trabajo, porque el que viene después de él, viene en majestad y gloria.

Juan el Bautista manifestó que no era digno ni de ser esclavo de Cristo. Sin embargo, en Lucas 7:28 Jesús dijo que Juan fue el más grande de los profetas. Si una persona como Juan se siente indigno de ser esclavo de Cristo, ¡cuánto más nosotros debiéramos deponer nuestro orgullo para servir a Cristo! Cuando entendemos de veras quién es Cristo, nuestro orgullo y prestigio desaparecen.
“Antes de mi”
En armonía con Juan el apóstol acerca de la preexistencia de Jesucristo.
Pero sobre todo en un sentido de superioridad “superior a mi”.

La opinión de sus enemigos
El efecto de su testimonio en la opinión de sus enemigos (Marcos 6:14-28)

La opinión de Jesús
El efecto de su testimonio en la opinión de Jesús (Mt 11:7-15)


No cabe duda alguna, Juan el Bautista fue único. Vistió en forma rara, se alimentó con cosas extrañas y presentó un mensaje poco usual a los habitantes de Judea que salieron a su encuentro en regiones desoladas.

Sin embargo, Juan no intentaba buscar provecho personal con su peculiaridad. En cambio, se propuso obedecer. Sabía que tenía un papel específico que cumplir en el mundo: anunciar la venida del Salvador, y puso todas sus energías para cumplir esta tarea. Lucas nos dice que Juan estuvo en el desierto cuando recibió la palabra de Dios.
Bendiciones
Enrique