20 de abril de 2009

La Iglesia LAODICEA parte 1


Ya desde hace años, muchos líderes cristianos prominentes han dicho abiertamente que vivimos en la época de la iglesia tibia, al estilo de Laodicea. Durante los últimos quince años, este reconocimiento se ha vuelto aun más urgente, porque se han pronunciado advertencias de que pronto “el juicio comenzará con la casa de Dios” .

1Pe 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?


Un tremendo “sacudón” y juicio está cerca.

La iglesia de Laodicea es la última de las siete iglesias a las que se dirige Jesús en el libro de Apocalipsis (Apoc.3:14-22). En este pasaje, Jesús dice: “Porque eres tibio, y no frío ni caliente, TE VOMITARÉ DE MI BOCA … Por tanto, sé celoso, Y ARREPIÉNTETE.” - La iglesia de Laodicea está bajo la amenaza de un juicio inminente - de ser “vomitada” de la boca de Dios. La única esperanza es un arrepentimiento profundo, y esto debe suceder inmediatamente. Por favor ten presente que esta es una “PROMESA” de Dios. No es una amenaza vacía. Dios hará lo que ha dicho.

Yo creo que es la tarea de un profeta, advertir a voz alta a aquellos que están durmiendo cuando se acerca un peligro; como un guardián sobre los muros. Los profetas nunca son predicadores “agradables”. Como dijo A.G.Gardiner: “Cuando un profeta está siendo aceptado y deificado, su mensaje está perdido. El profeta es útil solamente mientras está siendo apedreado porque causa una molestia pública con sus llamados al arrepentimiento, sus interrupciones en nuestras rutinas acostumbradas, sus actos de quebrantar nuestros ídolos y de despedazar nuestros convenios sagrados…” En este respecto, yo he sido bastante desilusionado con algunos de los “profetas” actuales.

Parece que muchos de ellos han decidido enfatizar todos los aspectos “positivos” de la cosecha venidera, en vez de advertirnos acerca del peligro inminente. Si Dios muestra a un profeta que el juicio es inminente, entonces él tiene que usar todos los medios posibles para advertir a la gente, ¿no cierto? De otra manera no está cumpliendo la comisión que Dios le encargó.

Es claro, proféticamente y desde las Escrituras, que la iglesia actual está en la situación de Laodicea, y le espera un juicio inminente y severo. Por tanto, los cristianos deben ser advertidos urgentemente. Hay un dicho antiguo: “La gente no huirá del peligro hasta que lo vean.” Este es el propósito de este capítulo: hacerles ver el peligro. No me disculparé por la forma directa y urgente de este mensaje.

LA IGLESIA DE LOS HECHOS Y LA DEL SIGLO 21

Las diferencias entre la Iglesia del Nuevo Testamento, descrita en el libro de Hechos, y la iglesia de hoy. es que en casi todos los aspectos, el cristianismo de hoy es tan diferente de la Biblia, que es casi increíble. En los tiempos del Nuevo Testamento, la Iglesia fue como un “fuego consumidor” que barrió el mundo entero, “destruyendo las obras del diablo”. Dirigidos por hombres fogosos, ungidos por Dios, los primeros creyentes eran una fuerza audaz que no hacía compromisos con el mundo, dedicados a derribar las fortalezas del diablo en todo lugar. Ellos aguantaron mucho sufrimiento, dificultades y persecución, para predicar el evangelio en el mundo entero.

Pero hoy preferimos navegar hacia el reino de los cielos con más “estilo”. La Biblia nos dice que en los últimos días, los hombres serán “amantes de los placeres más que de Dios”; y que “el tiempo vendrá cuando ya no soportarán la doctrina sana; sino según sus propios deseos se amontonarán maestros que les den comezón de oídos.” (2 Tim.4:3). Como creyentes del siglo XX hemos inventado una clase de cristianismo “al instante” y conveniente. Un cristianismo donde los predicadores creen que su tarea es divertir y lisonjear, en vez de convencer y despertar. Un cristianismo que busca “bendiciones”, en vez de tener hambre y sed de Dios. Un cristianismo que se preocupa más por la “felicidad” que por la santidad. La iglesia nunca ha sido más materialista y “gorda” que en nuestros tiempos.


La iglesia de Laodicea dijo: “Yo soy rico y me he enriquecido, y NO TENGO NECESIDAD DE NADA” (Apoc.3:17). Increiblemente, la iglesia de Laodicea NO RECONOCE SU PROPIA DESNUDEZ Y BANCARROTA ESPIRITUAL. ¡Ella cree que “todo está bien”! Cierto, la iglesia tiene un montón de “juguetes”, tanto materiales como espirituales. Ciertamente somos “ricos y enriquecidos”: edificios lujosos, programas costosos de radio y televisión, librerías llenas de materiales de enseñanza y de regalos religiosos, conferencias y seminarios caros… ¿Quién puede negar que el cristianismo es un gran negocio en nuestros días? (Hace unos años, en los Estados Unidos una de las empresas más grandes de música cristiana le hizo juicio a otra empresa cristiana por 20 millones de dólares, por causa de una disputa sobre un acuerdo de distribución.)

UNA IGLESIA MATERIALISTA
Al nivel individual, las cosas están igualmente mal. La Biblia dice: “No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, EL AMOR DEL PADRE NO ESTÁ EN EL.” (1 Juan 3:15) Pero muchos cristianos hoy están más dedicados a su “carrera” (o sus posesiones, o su televisión) que a Dios. Jesús dijo: “No puedes servir a Dios y a las riquezas”; ¿pero cuántos cristianos hoy intentan servir a ambos? La Biblia dice: “No os conforméis a este mundo”; ¿pero cuántos cristianos hoy viven igual como el mundo codicioso y materialista que les rodea?

Jesús dijo: “No todo aquel que dice: Señor, Señor, entrará al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos…” (Mat.7:21-23) “Y esta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: orgullo, abundancia de pan, abundancia de vanidad estaba en ella y en sus hijas, y no fortaleció la mano del pobre y necesitado.”

Eze 16:49 He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.

UNA IGLESIA INDIFERENTE

En vez de dar nuestro dinero a los pobres, los cristianos de hoy preferimos darlo al fondo de construcción de la iglesia, o a otros ministerios de buena apariencia. Mientras diariamente mueren 40′000 niños de hambre y enfermedad, y el mundo se va al infierno alrededor de nosotros, estamos cómodamente “sentados en Sión”, cantando nuestros coros alegres de cuánto amamos a Jesús y deseamos ser como El.

Y el Señor sigue quejándose: “¿Por qué me llaman Señor, Señor, y no hacen lo que digo?” - “Este pueblo se acerca a mí con su boca y me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí” (Mat.15:8). Esta generación es culpable más que cualquier otra, de haber diluido y traicionado todo lo que Jesús dijo. En vez de predicar “morir para uno mismo” y “tomar la cruz”, hoy predicamos: “Jesús te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida”. Un evangelio al estilo de Papá Noel, para una generación egoísta. ¿Todavía nos extraña que nuestra iglesia sea tibia, si predicamos un evangelio tan tibio?

UNA IGLESIA EN DECADENCIA

La entera sociedad occidental está en desorden: Matrimonios quebrantados, suicidios de jóvenes, adolescentes embarazadas, violencia de pandillas, drogas, etc. etc. Y mientras el diablo gana terreno, el “club de felicidad” que se llama iglesia está perdiendo su influencia. Se supone que seamos “la sal de la tierra” con piedad y verdad. Entonces, ¿acaso no tiene la iglesia gran parte de la culpa por el desastre de nuestra sociedad? Jesús dijo que cuando la sal pierde su sabor, “ya no sirve para nada, sino para ser echado afuera y ser pisado por los hombres.” (Mat.5:13) El mundo está desesperado por respuestas; pero todo lo que les damos es basura insípida. Iglesia enferma, insípida, tibia - ¿cómo escaparás del juicio que Dios te prometió?


Hoy me parece como si la iglesia hubiera entrado en algún acuerdo con el diablo: “¡No te atacaremos demasiado fuerte, si tú no nos atacas a nosotros!” (Les aseguro que el movimiento venidero de Dios no hará ningún acuerdo así.) - Entonces el diablo simplemente nos deja dormir, porque así no le hacemos ningún daño. ¡La iglesia de hoy está siendo completamente ignorada! Las únicas veces que el mundo se fija en ella, es cuando hay algún gran escándalo o algo para reirse. Somos el ridículo de una generación entera, de los hombres y de los demonios.






Continuara....parte 2
Shalom
Enrique

2 comentarios:

Luis Enrique Alvarado dijo...

Es cierto Tocayo, muy buen articulo!!!
Saludos

Ozzyel dijo...

Asi es mi brother Enrique, el tiempo se nos vino encima, nos llegó la hora y vaya que es hora de ser real ¡Ya! no hay mas, ahora es el tiempo para ponerse a cuentas con el Señor.
Volver los ojos a Dios e ir en pos de El y dejar de ir en pos de dioses ajenos.
Bendiciones!!!!!!!!!!!!!!