26 de septiembre de 2009

El retrato del verdadero adorador. (Salmo 15)



Sal 15:1 (Salmo de David) Oh Jehovah, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en tu santo monte?
Sal 15:2 El que anda en integridad y hace justicia, el que habla verdad en su corazón,
Sal 15:3 el que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni hace agravio a su vecino;
Sal 15:4 aquel ante cuyos ojos es menospreciado el vil, pero que honra a los que temen a Jehovah; aquel que a pesar de haber jurado en perjuicio suyo, no por eso cambia;
Sal 15:5 aquel que no presta su dinero con usura ni contra el inocente acepta soborno. ¡El que hace estas cosas no será movido jamás!

El Salmo 15 es como un retrato que nos muestra las características de un verdadero adorador que permanecerá inamovible en la presencia del Señor.

Esta descripción que aquí se presenta no constituye los requisitos para alcanzar la salvación, ya que sabemos que esta se alcanza solamente por gracia mediante la fe en Jesucristo Ef. 2:8-9, sino que más bien esta es una descripción del camino de obediencia que toma quien ha sido rescatado del pecado y habilitado para cumplir el propósito para el cual Dios ha dado a Sus hijos: “Glorificarle en verdadera adoración”. Is. 43:7. Recordemos el Salmo 103:17-18.

Debemos entender que mediante este Salmo las características de la verdadera adoración, fruto de una vida entregada al Señor, en total dependencia a Su Palabra.

V. 1. LA PREGUNTA.
David escribe este Salmo iniciando con una pregunta que es clave para toda persona que quiere saber la descripción de los residentes del cielo creados para adorar a Su Señor. Ap. 19:1-8. La pregunta entonces podría ser: Señor; ¿Cómo luce en la tierra un verdadero adorador?

El verdadero adorador es reconocido en la manera como vive afuera de las paredes de la Iglesia, no simplemente por como canta las alabanzas, o cuanto deposita en la canasta de la ofrenda, etc. Esta es la intención del salmista al presentarnos el retrato con las características de un verdadero adorador y presentárnoslas como un espejo para que lo comparemos con nuestra propia imagen.

V. 2 al 5a. LA RESPUESTA.
Todas estas características son el fruto de una fe activa que va transformando y santificando nuestra naturaleza para hacerla apta para nuestra adoración eterna junto al Señor. Si la gracia no ha transformado nuestra vida entonces tampoco ha salvado nuestra alma. Se trata de caminar en buenas obras como fruto de una fe genuina. Stgo. 2:17.
Debemos revestirnos del poder de Jesucristo (Su Espíritu), para poder desarrollar cada una de estas características y esto solo lo alcanzaremos si estamos apegados diariamente a la Palabra (Su Verdad) que es el único alimento que sustenta nuestra fe. Jn. 4:23-24

Características del verdadero adorador.

Vs. 2 El verdadero adorador es honesto, justo y sincero.
Un verdadero adorador camina y actúa consistentemente, reconociendo su incapacidad y dando todo el crédito de su caminar y accionar al Señor quien le ha capacitado para obedecer. Este versículo nos habla de integridad, justicia y sinceridad como las características fundamentales de un verdadero adorador. Es como un vaso que primeramente es lavado por dentro para que el brillo por fuera sea genuino.

Vs. 3 El verdadero adorador no perjudica a los demás.
Cuando el verdadero adorador tiene limpio su interior, sus acciones hacia su entorno serán también limpias y con un motivo sincero. Conoce el valor del “buen nombre” y el honor de una persona, por tanto no difama a nadie, ni pone en entredicho su reputación, ni obra en perjuicio de nadie, ni acepta infamias o injurias contra nadie.

V. 4. El verdadero adorador piensa lo que Dios piensa.
Para un verdadero adorador la Palabra de Dios es la autoridad máxima en su vida, lo que Dios piensa y dice, es su propia manera de pensar y actuar. Acepta todos los juicios de Dios en cuanto al bien y al mal. Para esta persona quien pervierte la justicia de Dios (quienes ven lo bueno como malo y lo malo como bueno) no puede ser visto con agrado, puesto que están en contra de Dios. La verdadera adoración tiene una sola cara y es de una sola palabra, la promesa de un adorador es cumplida aun cuando esto le resulte en perjuicio para sus propios intereses. No puede ser fluctuante ni de doble ánimo.

V. 5a. El verdadero adorador sirve a un solo Dios.
La Adoración verdadera exige exclusividad, si adoras a Dios no puedes servir a las riquezas. No puede poner a la ganancia monetaria por encima de la Palabra de Dios. En el mundo se dice que todo mundo tiene un precio, pero el verdadero adorador no vende su fe a ningún precio, porque ya ha sido comprado por el más alto precio de la sangre incorruptible de Jesucristo.

Busca las características del verdadero adorador en estos versículos y exprésalas con tus propias palabras, clasificándolas en las que son expuestas en forma de lo que debe hacer y no hacer.

V. 5b. EL RESULTADO.
El resultado final de una vida de adoración verdadera es firmeza en todo sentido: Firmeza de carácter, firmeza de propósito, firmeza de convicciones, firmeza en la esperanza y firmeza en nuestro destino eterno en la presencia de Dios.

Shalom

Enrique

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola muy bonito