31 de octubre de 2009

Juan Un evangelio diferente y único



El dia de Hoy dar inicio a un estudio exasustivo de uno de los 4 Evangelios, estoy hablando el Evangelios Segun El Apostol San Juan, el apostol de Amor.

Desde luego, los cuatro Evangelios son uno y hay perfecta consonancia entre ellos, pero el Evangelio según Juan es diferente y único. No es una biografía de Cristo, sino una selección de sus señales, obras y enseñanza, junto con el testimonio de muchas personas, que confirman que El es el Hijo de Dios (Dios el Hijo).

Los cuatro Evangelios registran el ministerio de Jesucristo, y concluyen con la narración detallada de su muerte, sepultura y resurrección. Fueron escritos para producir la fe salvadora en Cristo, como Juan afirma con toda claridad (20:30, 31). En lugar de repetir los detalles del nacimiento de Jesús de una virgen, Juan escribe un prólogo solemne que enfáticamente afirma la Deidad de Cristo (1:1-18).

Los Sinópticos(Mateo,Marcos y Lucas) enfatizan la obra de Jesús en Galilea, mientras que Juan se concentra en su enseñanza y obra en Judea y en Jerusalén. La lectura de los Sinópticos no revela cuánto tiempo duró el ministerio de Jesús, pero Juan se refiere a las sucesivas Pascuas para marcar su duración. Es probable que la fiesta de Jn. 5:1 fue otra Pascua y si así fue, el ministerio de Jesús duró más de tres años.

Juan no repite los milagros de echar fuera demonios y de limpiar a los leprosos, pero registra algunos milagros omitidos por los otros: la sanidad del paralítico de Betesda, la sanidad del hombre que nació ciego, y la resurrección de Lázaro. No sólo omitió el nacimiento de Jesús de una virgen, sino también las tentaciones (Mat. 4), la transfiguración, la institución de la cena del Señor, y su agonía en Getsemaní.
Sólo Juan narra los discursos de Jesús con Nicodemo y la mujer samaritana, y los discursos sobre el pan de vida, el Buen Pastor, la Vid y los sarmientos, los dichos "Yo soy", la explicación detallada de la venida (y el propósito de la venida) del Espíritu Santo.

Juan es el que nos dice que Cristo vino para revelar al Padre y que, por eso, el ver a Jesús era ver al Padre (8:19; 12:45; 14:9). Juan nos dice que Cristo era igual a Dios (5:18) y que debemos honrarle como honramos al Padre (5:23).

El autor

Afirmamos con toda confianza que el apóstol Juan, hijo de Zebedeo, era el autor del cuarto Evangelio. Los Sinópticos dicen que los hijos de Zebedeo eran pescadores, y que Jesús los llamó para ser sus apóstoles y les dio el apodo de "Hijos del trueno" (Mar. 3:17). En tres ocasiones Jesús escogió a estos dos -- junto con Pedro -- para acompañarle (cuando levantó a la hija de Jairo, cuando fue al monte para ser transfigurado y cuando estuvo en Getsemaní).

Jn. 21:24 dice, "Este es el discípulo que da testimonio de esta cosas, y escribió estas cosas". ¿Cuál de ellos? "Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?" (21:20). Es muy obvio que el que "escribió estas cosas" es "el discípulo a quien amaba Jesús".
Este versículo confirma que "el discípulo a quien amaba Jesús" era uno de los apóstoles (porque los doce apóstoles estuvieron con Jesús en la última cena), y seguramente si era "el discípulo a quien amaba Jesús", era uno de los tres escogidos, Pedro, Santiago y Juan, Mat. 17:1; 26:37; Luc. 8:51.
Al hablar de los otros apóstoles Juan especifica el nombre de ellos; por lo tanto, la única conclusión lógica es que esta descripción se puede aplicar sólo a él. Juan se refiere a sí mismo seis veces en este libro como "el discípulo a quien amaba Jesús" (13:23-26; 19:25-27; 20:2-10; 21:7; 21:20-23; 21:24). El autor del libro y Pedro eran íntimos amigos (1:41; 13:24; 18:15; 20:2; 21:7; Hech. 3:1; 8:14)

El Propósito del Evangelio de Juan

Juan nos dice explícitamente por qué escribió este libro (20:30, 31). Para producir fe en Cristo Juan presenta el testimonio de Juan el bautista, el testimonio del Padre, el testimonio de las obras de Cristo, el testimonio de las Escrituras (el testimonio de Moisés), el testimonio de amigos (discípulos), el testimonio de enemigos, y aun el testimonio de los neutrales y confusos, para convencer al lector sincero (Luc. 8:15) de la Deidad de Cristo.

Escoge siete señales para producir fe en Cristo (2:1-11, Jesús convierte el agua en vino; 4:43-54, sana al hijo de un noble; 5:1-18, sana al paralítico de Betesda; 6:1-13, alimenta a los cinco mil; 6:19, anda sobre el mar; 9: sana a un ciego de nacimiento; 11: levanta a Lázaro de entre los muertos).

Desde luego, el milagro más estupendo de todos fue la resurrección de Cristo mismo de entre los muertos el tercer día como El había dicho (y como las Escrituras habían dicho). Los cuatro Evangelios dan amplia evidencia de este milagro que es la base de nuestra fe y esperanza en cuanto a nuestra salvación y nuestra propia resurrección.

Pero Juan convence al lector no sólo por medio de los hechos (señales, obras) de Jesús, sino también por medio de su maravillosa enseñanza: p. ej.,
(1) Cristo es la vida ("En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres", 1:4, y registra mucha enseñanza de Cristo sobre la luz y las tinieblas;
(2) "la gracia y la verdad vino por medio de Jesucristo" (1:17);
(3) "el agua que le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (4:14);
(4) "Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás" (6:35);
(5) "Yo soy la puerta de las ovejas ... Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas" (10:7, 11);
(6) "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (11:25);
(7) "Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (14:6);
(8) "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador ... vosotros los pámpanos" (15:1, 5).
¿Qué es lo que el hombre necesita? Vida, luz, salvación, dirección, alimento espiritual, y la resurrección en el día final. Verdaderamente ¡Cristo suple todas las necesidades del hombre!.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida" (14:6). Verdaderamente Cristo es el camino a Dios, y no hay otro. Aquí en este libro -- como también en los Sinópticos y en el resto del Nuevo Testamento -- Cristo revela ese camino (Heb. 10:19, 20). Desde 1:29 y 3:16 y hasta el fin del libro Juan revela a Cristo como nuestro único Salvador ("nadie viene al Padre sino por mí"). Aun los samaritanos dijeron, "sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo" (4:42).
Bendiciones..
Enrique

1 comentario:

Luis Enrique Alvarado dijo...

Buenisimo amigo, hay que extender el Evangelio y la mejor manera es lo que estas haciendo excelente iniciativa!!!